miércoles, noviembre 29, 2006

Mirando sin mirar

Primero fue Gregor Samsa plastificado en negro, indeciso, intentando cruzar y al día siguiente, sin cabeza.

Luego fueron osos de peluches sucios, balones de fútbol deshinchados o cortados por la mitad. Animales muertos, viendo día a día su perfecto ciclo de putrefacción. Palos de escobas, llantas abandonadas y chanclas desgastadas. También un cinturón y un casco de plástico blanco.

Después fueron unos hombrecillos vestidos de fosforito yendo de un lado para el otro con aparatos en la mano, y ese fue el último día en que el viaje desde mi punto de partida hasta mi destino fue entretenido. Ese fue el último día en que me jugué la vida mirando hacia los lados de la carretera en vez de hacia adelante.

1 comentario:

L.A. dijo...

espero que vuestros silencios a la hora de comentar sean que os dejo sin palabras. (guiño, guiño)

palabra verificadora: kgopumec (al menos esta se puede leer, aunque no sé como podría cagar pumec)