domingo, abril 24, 2005

Margaritas y terciopelo negro


Abel abraza a Abril.
-¿Por qué no quieres estar conmigo?
Abel pone cara de mecagoenlaputa y vuelve a abrazar a Abril pensando que esa es la respuesta a todas sus preguntas. Que la quiere pero que no se lo va a decir, sueña Abril. A Abril se le caen a pedales esas lagrimillas de plástico azul que tanto odia en público y piensa en verde, y se refugia en sus margaritas, y se disfraza de una de ellas con la esperanza de que así Abel la quiera. A Abel le gustan las margaritas. Abel se disfraza de Abel, y a Abril le gusta aún más. A Abril también le gusta el rojo, rojo sangre de menstruación crónica. Con la menstruación crónica del hombre de rojo a Abril se le acaba el hierro y desvanece, moribunda, en el plástico negro de unos viejos asientos de metro, se esconde en el terciopelo negro de su chaqueta, en el negro sucio de las paredes del túnel, y decide que no le gustan los colores, ni los disfraces, pero se vuelve a poner su careta de margarita recién regada por las gotas pegajosas de jarabe para la tos.
Posted by Hello

jueves, abril 07, 2005