martes, julio 19, 2005

Un imperdible en mi zaguán

Zaguán: Del ár. hisp. istawán, y este del ár. clás. usṭuwān[ah]). 1. m. Espacio cubierto situado dentro de una casa, que sirve de entrada a ella y está inmediato a la puerta de la calle


Caminaba descalza un día por un lugar llamado Baetulo pensando en mi vicio de ir con los pies al descubierto y en las insuficientes advertencias de mi hermano mediano que me aseguraba que si iba sin zapatillas, cogería el tifus. Pero ni esa situación mortal frenaba mi rumbo del binomio piel-baldosa.Caminaba descalza y al cruzar la puerta que daba paso de Baetulo a Cultumarquinal (un pueblo a las afueras de Baetulo donde la reina era la señora Apariencia y el olor a rancio era la fragancia más preciada), me pinché. La sangre de mi pie izquierdo dibujó un rastro en las frías baldosas blancas simulando a Nena Daconte en su búsqueda de una farmacia en el sur de Francia. Me agaché para ver qué era lo que me había agujereado el pie y me encontré a un pequeño imperdible abierto en el zaguán. Lo cogí cuidadosamente para guardarlo por si acaso me podía servir algún día y al poco tiempo decidí que quería ser su amiga. Pero apenas coger el imperdible, se cerró. El muy puñetero me avisó de que sólo se abría una vez al año y que mi oportunidad ya había pasado, ya que le había pisado vilmente y raptado sin su permiso para mi uso y disfrute. Entonces, me cogió un poco de manía. Así que tuve que esperar un año más para tener la oportunidad de hacerme su amiga antes de que se cerrara otra vez. Sí, ya lo he dicho, era un imperdible puñetero y muy suyo, algo reservado para sus cosas pero en el fondo de los fondos de los zaguanes más profundos había un trozo de metal que me quería un poco. Me di cuenta en una de esas tardes de desidia en la frontera que me dijo que quería ser independiente, que había un día de verano que lo era, y salía del zaguán para celebrarlo tirando cohetes. Entonces me percaté de que un imperdible cerrado no podía encender mechas de cohetes, y mucho menos de fósforos, de eso que encienden la vida.La decimoséptima vez que se abrió aproveché la ocasión, me disfracé de descosido para que sujetara mis harapos, me hiciera un remiendo con su presencia y no tuviera otro remedio que estar pegadito a mí durante toda su apertura y encerrarme y abrazarme con sus finos hierros en él lo que restara de año de clausura. La trampa que le tendí funcionó, entre cacaolats e historias me dio una oportunidad y en su zaguán me colé con un permiso falso camuflado entre alioli y Fanta de limón. Cuando se dio cuenta del engaño ya era demasiado tarde y había comenzado a quererme, muy a su pesar. Porque ella era un imperdible muy duro y muy cerrado e inaccesible para el mundo mundial y una extraña con afán de protagonismo dejando su rastro de sangre en las baldosas y echándole la culpa a ella no era de su merecer, pero cayó en el error de cogerle cariño y ya estaba sentenciada para el resto de su vida.

Alguien que seguía sus vidas escondido detrás de un antifaz de telaraña escribió el desenlace…


Ese intento frustrado de Nena Daconte pasó a ser una Doña Quijota rumbo al palomar, (rumbo curioso, ya que odiaba las palomas) y una tarde de verano el imperdible abandonó el zaguán para seguir sus andanzas y ver a los gigantes de los que tanto había hablado su doña, con tanta mala suerte que se perdido entre un césped con pulgón. El pulgón empezó a morder los pies de doña Quijota y el imperdible perdido no resistió más y fue en su salvación. Entonces... decidió que un imperdible perdido ya no tenía sentido en la vida, era algo así como inútil, algo así como algo devaluado, y se metamorfoseó en el pulgonicida con la panza mas ancha de todo el prado para ayudar a su amiga y acabar con todos sus males. Un, dos tres,

pulgonicida Marinicida

Y así fue como el imperdible pasó a ser imprescindible y encontró verdaderamente su vocación sulfatando todo lo malo que atacaba a su compañera salteadora de caminos perdidos. Y siguieron viviendo, pinchando con espadas barriles de lambrusco y cocacola, simulando ser damiselas perdidas en Muntanyola, sintiéndose aventureras explorando albaricoques sospechoso, pintarrajeando cd’s inválidos, fotografiando limones, yéndose de exploradoras al prado en busca de peces de tres ojos y de hipólitos en peligro de extinción.Y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido, me contó un amigo común que las vio donde habita el olvido, juntas, hablando de las cosas de la vida, un día, en unas ramblas, comiéndose unas patatas bravas, entre risas y llantos, quehaceres y zozobras, ilusiones y desengaños, gafas rojas y gafas lilas, tejiendo hilos enredados, enhebrando palabras, segundos, jugando, como si fuera por primera vez, a sortear desilusiones y reírse de sus ombligos.

Gracias por ser una oreja andante dispuesta a grabar cinco horas de palabras laurinales en los peores momentos. Te regalo un tapón para los oídos (elige el que quieras de entre todos los modelos que te propongo) Tu pon cara de “qué jodido es esto que me cuentas, Laura. Ya... te entiendo… Pues pasa…” y con eso bastará, no dejes a tus pobres oídos martirizándose cada dos por tres, anda. Felicidades Marinakis.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Supongo que tengo que inaugurar yo los comentarios a este escrito, ¿no? Bueno, después de que te escriban esto... pocas palabras te quedan... Lo que ya te dije, que gracias por confersarme que me engañaste, y gracias por engañarme. Y nada... que es la función del imperdible, saber escoger la mejor solapa y acompañarla allá donde sea ;)

Anónimo dijo...

esto te ha kdado muy precioso, Laura

Anónimo dijo...

A ver... Tengo un dilema: digo lo que pienso o no digo lo que pienso. En cualquier caso, ¿y qué? ¿Qué es lo que podría mejorar?. Seguramente nada. Todo seguiría igual de... mal. *


Laura seguiría en su espiral. Sus fieles amigas seguirían diciéndole "oh! qué bien!" a su barroquismo, a su onanismo falsamente entendido como imaginación literaria. Como talento. No. Sólo es un disco rallado por dolorido. Con cierta imaginación, sí; con cierto sentido del ritmo, sí; con cierta habilidad, sí, que únicamente se quedará en habilidad si insiste en escribir siempre de la misma manera. Qué pesadez!

Estoy seguro, pero seguro eh?, que esta chica puede escribir mucho mejor. Seguro.

El último escrito: pero que inmenso rollo! Largo, excesivo, recargado, reiterativo, cansado. Ni siquiera es bisutería progrelight. "Un imperdible en mi zaguán" es como comer una fabada a las doce del mediodía en verano, con el Sol en la cabeza.

* El día que no diga lo que pienso de las cosas, sobretodo de las cosas que me importan, moriré. (Alguien dice "pues vale")Díganme entonces que piense mejor. Sí. Y que todo el mundo tiene derecho a hacer lo que le dé la gana. También. Pero no abusemos más del personal, joder!

Sí, yo también necesito unas vacaciones.

L.A. dijo...

"Pues vale" Port, majo, te has quedado sin paella. Te invito a una fabada, mejor, si no te importa.

Anónimo dijo...

Os voy a cuntar un acontecimiento místico que se ha narrado en la casa de mis antepasados cada noche de San Juan desde el suceso. Por entonces mi tatatatatatatarabuelo era un moco... pero ya por entonces había un tintero en la casa, y una pluma. A ese señorcito xico le encantaba mirar la tinta denoche cuando los candiles tiritaban en las noxes mas sofocantes de verano("ufff...como esta") El zaguán de su vieja casa era enorme, y sus bóvedad tan altas que nunca recibían nada de luz. En la noche de San Juan sucedió algo inóspito. Mi abuelo sostenía en secreto el tintero y la pluma, e iba hacia la calle donde tenía un papel que había encontrado Dios sabe dónde. Pero al poner un pie en el zagúan de las puertas convergentes surgieron dos figuras....un ángel y un demonio....y ambas se agarraron al tintero. La disputa tan violenta sucumbió en el instante cuando el tintero se derramó y las figuras escaparon en un abrir y cerrar de ojos.
A mi tatatatatarabuelo le pusieron el culo rojo como un babuino y encima se rieron de él por decir lo que había visto. Sin embargo la mancha de tinta aún permanece en la casa de mi abuelo, en el suelo del zaguán. Es una mancha hermosa, tiene algo angelicalmente demoníaco,pero sobre todo tiene un color negro esmeralda....un negro penetrante y misterioso....no es un negro vacío.


¿Será que el zagúan de Laura tb es especial y en él se han dado tb historias inóspitas? Sin duda es misteriosamente bello ...todo los zaguanes son bellos y el tuyo en especial Laura.

1:58 AM

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

dios mío, Port... no es por ofender, pero creo que te aburres un poco. Dejemos a laura con su "barroquismo", que para algo es suyo. joe, me he puesto de mala leche y todo, ni siquiera voy a poner un enlace a mi blog, porque no podría soportar tanta crueldad en caso que te diera por entrar en mi blog, porque si lo de Laura no te parece buena escritura, no sé qué quieres que te diga.
y le decimos "¡oh, que bien!" porque es una tía de puta madre. he dicho

Shak, Güi loviu.

Anónimo dijo...

Bueno, Port, ahora que te conozco y me imagino de que forma lo dices... no arregla nada saberlo. jajaja A ver, un imperdible en mi zaguán lo hubo, y bueno, yo con mi poca imaginación le dí sentido a ese imperdible porque me transmitía algo positivo cada vez que lo veía brillar sin que nadie más lo viera... Esto se lo expliqué a Laura, y bueno, ella le dio una importancia a este hecho inmensa (ya sabes que la Laura es algo exagerada con estas cosas de la magia vital...).
Bueno, yo quiero decirte que este escrito esta lleno de guiños (como hace G.G. Márquez) que básicamente sabemos nosotras... Y eso es lo más importante.
Almenos no te podrás quejar por el tema... porque no es de corazones rotos ni nada de esto... Vale, que no ha escrito lo máximo que sabe hacerlo, pero tampoco está mal, Port... Te veo tenso... Sí, unas vacaciones en alguna playa de por ahí, o donde quieras... El trabajo es duro...

Anónimo dijo...

ai chico, yo no le digo k mencanta xk sea mi amiga. sencillamente me ha gustado, me ha transmitido calor, al leer el texto del imperdible he captado la sensación de un fuerte abrazo, de esos que se dan con muchísimas ganas y que trasmiten todo el amor que los abrazadores sienten.
Me creo perfectamente que sea malisimo y que una mente erudita y amante de la literatura sufra cuando tiene que leer este tipo de cosas. Pero yo, sumida en el pozo de mi ignorancia (que es bastante hondo)no tengo este tipo de problemas.

yo pienso que algunas veces hay que dejar de lado como se dicen las cosas y centrarse en lo que se ha dicho.

Y sinceramente, más que una crítica sobre como escribe laura, lo que a mi me parece que has hecho es descargar la tensión que sientes a través de comentar una cosa que no te ha gustado. Quizás tu sientas que escribes mejor k laura pero no tienes a gente k te apoye como nosotros la apoyamos a ella y eso te de rabia.

pero por supuesto puedo estar (y seguramente lo esté) total y completamente equivocada porque solo estoy especulando.

espero no haber molestado a nadie con nada que haya escrito (porque he acabado perdiendo el hilo de todo lo que he ido poniendo y borrando).