Cuando voy a salir del portal forcejeo el buzón para abrirlo sin llaves (nunca me han confiado una de esas). Miro los nombres y veo que aún está el de mi padre. Salgo a la calle pensando en qué sentido tiene, si ya no vienen cartas para él.
martes, diciembre 19, 2006
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3 comentarios:
Me gusta (y no lo digo porque sea Navidad)
Pues es cierto.. es como el coronel, que no tiene quien le escriba.. Aunque alomejor alguna novia del año mil se acuerda de él a sus 80 años y descubre donde vive y le manda una carta... nunca se sabe.
Te lo dije el otro día, telo vuelvo a decir: ver este tipo de cosas es lo que te hace diferente.
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