sábado, enero 22, 2005

Ya no...

Ni tarta de ciruelas, ni viajes en avioneta,
ya no me como las frambuesas de diez en diez ni te cuento las pecas.
Ya no compro corazones esponjosos y mucho menos te los regalo, ya no me tiro de ningun rascacielos en paracaídas cóncavos.
Ni esquío hacia arriba, hacia el sol de media noche.
Ya no miro a mi portería imaginando que me estás esperando: ahora quiero que saltes desde mi ventana, y no por mi ventana, y que te estrelles contra la acera tras recorrer cuatro pisos con hélices de papel pegadas a tus pies.
Pero cada día me tiro alfileres con un tirachinas.

No hay comentarios: